La plaza, la famosa plaza de Marrakech, lo és por mil y un motivos. Entre ellos, su actividad, sus turísticos personajes, sus cuenta cuentos, sus encantadores de serpientes, etc, etc... Pero al hablar de ella, todo aquel que la haya visitado, os dirá que es un lugar con una tremenda actividad.,
Y, como se cena en la plaza? ummmmmmmm rico, rico, rico. Parecen lugares distintos, por la mañana calmada, (calmada es un decir) claro está¡¡, si la comparamos con la noche. Por que cuando llega la noche, llega un arcoiris de colores, de luces, y de sombras, de humo, de olores... toda ella en pleno apogeo.
Pero como puede ser tan distinto, el mismo lugar, entre el día y la noche??? para que eso suceda, debe haber un cambio, una transformación. Es, en el ecuador del día, cuando esa transformación poco a poco, se produce. Como las hormiguitas, ellos.... entran, atravesando la plaza de punta a punta. Con sus carros cargados de hierros, de bancos, de mesas, de vida... y la plaza empieza con su creciente actividad constructiva.
Un día de los que pasé, por Marrakech, pude comprobar en el momento exacto, en que todos llegaban y se ponían a montar sus puestos de comida... Eso, sucede cada día, pero allí estaba yo, en medio de la plaza, sería sobre la una del mediodía... y todo empezó a moverse a ritmo constante, todo empezó a cobrar vida... la plaza, se transformaba. El montaje había empezado,... y mi cámara captó algunos de esos momentos, que dejo aqui para todos vosotros...
Algunos momentos...